Las cosas están así.
Hoy es un día perfecto. Un día de esos que no pasa nada.
Y que pasa todo.
Despertar y dar un beso a los chicos. El desayuno y al cole. La lluvia y el fuerte viento hace el camino distinto. Y nos mojamos.
Luego vuelves y vas.
Haces la comida y todo lo demás.
Sigues disfrutando de una especie de sabiduría. De una expiración fuerte, muy fuerte sale algo bello.
Luego a música. Un momento especial.
Pasas la tarde solo con Liam, disfrutas con su compañía, oyes su risa, palpas esa sensación de amor y de confianza.
Llegas a casa y encuentras los demás.
Un murmullo eléctrico que recorre mi cuerpo.
La sabiduría cotidiana, la regla del ahora, las pequeñas cosas, imperceptibles, que lo cambian todo.
Nada es para siempre. Nuestra vida pende circunvalando y solo hay una certeza.
La muerte.
Yo vivo y estoy aquí. El presente. El momento, lo efímero.
Estos momentos en los que el tiempo se detiene y ya no hay espacio. Tan solo eso.
Vivir, que no es poco.
Por eso es vital mirarse, palparse, pellizcarse y presenciar esos momentos cotidianos como algo precioso, frágil, en una suerte de equilibrio funambulistico.
Y las cosas están así.
Besos y Agur
19.11.09
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