La verdad es que hacía mucho que no sentía un frió tan intenso cuando hoy a la mañana he llevado a los chicos al cole. El frió nunca me ha sentado mal. Mucho peor llevo los calores.
El frió es azul. El frió es tristeza. Es recogimiento. Es sosiego.
El frió es la muerte dulce, como los montañeros que atrapados en un alud, al ser rescatados son encontrados con una leve sonrisa en su rostro.
Frió es el helado que tanto me gusta, sobre todo el de limón.
Frió, el que recorre mi cuerpo al ver las noticias sobre Gaza, sobre Chechenia, sobre Irak... Desde el principio de la guerra han muerto la friolera de 1.000.000 de iraquíes. Frió genocidio perpetrado por frías mentes, mentes muertas para su mundo muerto.
Que frialdad la de aquellos que llaman a votar a la derecha mas rancia y franquista con el pretexto de no votar a los que negocian con ETA. El problema es solo ETA. Menuda jeta, jeta, jeta, jeta, jeta. Estos obispos había que echarlos, no a la hoguera, sino a una cámara frigorífica para que se quedaran como estatuas para siempre y no se nos olvidara el daño que hacen y están haciendo a la sociedad.
Frió cuando leo este artículo. Más de 200 millones de niños son trabajadores explotados.
Frió al leer este artículo de cómo las empresas del petróleo americanas compran a diputados iraquíes para sacar adelante la Ley del petróleo, ley que da carta blanca al expolio yanqui de los recursos naturales de los iraquíes.
Frió al ver la cifra de aquí abajo.
Mario Benedetti
Los formales y el frío
Quién iba a prever que el amor, ese informal
se dedicara a ellos tan formales
mientras almorzaban por primera vez
ella muy lenta y él no tanto
y hablaban con sospechosa objetividad
de grandes temas en dos volúmenes
su sonrisa, la de ella,
era como un augurio o una fábula
su mirada, la de él, tomaba nota
de cómo eran sus ojos, los de ella,
pero sus palabras, las de él,
no se enteraban de esa dulce encuesta
como siempre o como casi siempre
la política condujo a la cultura
así que por la noche concurrieron al teatro
sin tocarse una uña o un ojal
ni siquiera una hebilla o una manga
y como a la salida hacía bastante frío
y ella no tenía medias
sólo sandalias por las que asomaban
unos dedos muy blancos e indefensos
fue preciso meterse en un boliche
y ya que el mozo demoraba tanto
ellos optaron por la confidencia
extra seca y sin hielo por favor
cuando llegaron a su casa, la de ella,
ya el frío estaba en sus labios ,los de él,
de modo que ella fábula y augurio
le dio refugio y café instantáneos
una hora apenas de biografía y nostalgias
hasta que al fin sobrevino un silencio
como se sabe en estos casos es bravo
decir algo que realmente no sobre
él probó sólo falta que me quede a dormir
y ella probó por qué no te quedas
y él no me lo digas dos veces
y ella bueno por qué no te quedas
de manera que él se quedó en principio
a besar sin usura sus pies fríos, los de ella,
después ella besó sus labios, los de él,
que a esa altura ya no estaban tan fríos
y sucesivamente así
mientras los grandes temas
dormían el sueño que ellos no durmieron.
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Besos Fríos y agur
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