14.5.08

Nakba



Nakba es un término árabe (النكبة) que significa "catástrofe" o "desastre", utilizado para designar al éxodo palestino (en árabe الهجرة الفلسطينية, al-Hijra al-Filasteeniya). Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) son refugiados palestinos las "personas cuyo lugar de residencia habitual era Palestina entre junio de 1946 y mayo de 1948 y que perdieron sus casas y medios de vida como consecuencia de la Guerra árabe-israelí de 1948".

La UNRWA conjuntamente con una Comisión Técnica designada a tal efecto, presentaron ante La Asamblea General de la ONU, un informe, estimando la cifra en aproximadamente 711.000 árabes. Dicho informe deja constancia que estas cifras corresponden a las tarjetas de racionamiento otorgadas por cuestiones humanitarias. Los que se vieron afectados antes o durante la Guerra árabe-israelí de 1948 de la parte de Palestina que llegaría a ser el Estado de Israel hacia otras partes de Palestina o a países vecinos, pasando a ser refugiados y desplazados. Las estimaciones israelíes son de 520.000 refugiados, en tanto que las fuentes palestinas hablan de 900.000. La Resolución 194 de la Asamblea General de la ONU del 11 de diciembre de 1948 sería la primera en mencionar la necesidad de llegar a un acuerdo equitativo y justo para retorno o compensaciones de los refugiados, sean éstos árabes o judíos. Estableciéndo como parámetros aquellos que se vieron perjudicados directamente, no siendo abarcativo a sus descendientes. En la actualidad, debido a que la ONU considera refugiados a los descendientes de los refugiados de 1948, su número se ha incrementado hasta llegar a los 4 millones. El éxodo palestino marca el inicio del problema de los refugiados palestinos, uno de los principales contenciosos del conflicto árabe-israelí.

Sólo un tercio de esos 700.000 (100.000 en Líbano, 60.000 en Siria, 70.000 en Jordania, 7.000 en Egipto y 4.000 en Iraq) son en rigor «refugiados» según la ONU. Los 190.000 palestinos que se instalaron en la Franja de Gaza y los 280.000 que lo hicieron en Cisjordania son, según la terminología de la ONU, «desplazados» dentro del propio país. Sin que ello vaya en detrimento del desastre humano, a veces se ha reseñado como dato relevante para comprender su verdadero alcance, que tanto los refugiados como los desplazados permanecerán en el mismo dominio lingüístico, religioso y sociocultural.


La expulsión por la fuerza o "desplazamiento obligatorio" de la población autóctona palestina ha visto también otros episodios, como el de 1967 con la Guerra de los Seis Días, tras la cual muchos palestinos se vieron obligados al exilio, muchos de ellos por segunda vez. Israel niega toda responsabilidad respecto a los refugiados y la atribuye a los países árabes. Reconocer el derecho al retorno de los refugiados, según el sionismo, socavaría la ansiada índole uninacional judía a la que aspiran, al tiempo que no se podría conseguir una Palestina totalemnte desarabizada y bajo total soberanía israelí, objetivo último del sionismo desde antes de la creación del Estado de Israel. Como afirmó Sharon en 2001, el legítimo (y reconocido por la ONU) derecho al retorno de los milllones de refugiados palestinos dispersados desde 1948 "supondría el fin del Estado de Israel".

El día de la Nakba (en árabe: يوم النكبة yawm al-nakba) es el día en el que los palestinos conmemoran el inicio del éxodo (la creación del estado de Israel). Se celebra el 15 de mayo y es la fiesta más importante del calendario palestino, siendo conmemorado con protestas y celebraciones también en otros lugares fuera de Palestina.

Al día siguiente de la Declaración de independencia del Estado de Israel en el territorio asignado por el Plan de la ONU para la partición de Palestina de 1947, los cinco estados árabes vecinos (Líbano, Siria, Jordania, Iraq y Egipto), disconformes con dicho Plan, le declararon la guerra al naciente Estado de Israel e intentaron invadirlo.


En la guerra intermitente que tuvo lugar durante los siguientes 15 meses (con varias treguas promovidas por la ONU), Israel conquistó un 26% adicional del antiguo mandato británico, mientras que Transjordania y Egipto ocuparon la parte restante destinada por la ONU al Estado árabe-palestino: Egipto ocupó Gaza y Transjordania se anexionó Cisjordania y Jerusalén Este, refundando el país con el nombre de Jordania.

La guerra provocó miles de desplazados en ambos sentidos: árabes de la zona israelí fueron obligados a desplazarse a las vecinas Gaza y Cisjordania, y también a otros países árabes más alejados, dando origen al problema de los refugiados palestinos, que todavía hoy perdura. En la zona israelí quedaron 100.000 árabes, que adquirieron la nacionalidad israelí y que, en general, gozaron de los derechos plenos de ciudadanía a partir de 1950, incluyendo su incorporación al ejército en el caso de los drusos. Según la historiografía tradicional israelí, la salida de los árabes de su tierra se debió a que la dirigencia árabe instigó a la población árabe en Palestina a abandonar sus hogares para garantizar a las tropas árabes mayor libertad de movimiento. Sin embargo, las fuentes propalestinas, y, sobre todo, algunos de los llamados nuevos historiadores israelíes, han cuestionado este aspecto que, en cualquier caso, continúa siendo un tema controvertido.

La visión tradicional es la que tiene lugar en los primeros años tras la guerra de 1948, mayoritariamente durante los años cincuenta, sesenta y setenta. Esta visión considera que el éxodo árabe tuvo lugar como consecuencia de las reiteradas demandas por parte de los líderes árabes, dirigidas a la población árabe en Palestina, a que abandonaran Palestina para no sufrir las consecuencias de la guerra que los países árabes iban a inflingir a los judíos. En este sentido, los árabes palestinos habrían dejado su tierra huyendo de estas futuras consecuencias. Citan estas fuentes también el maltrato por parte de los soldados árabes a sus colegionarios palestinos.


Khalidi y Childers, consideran falsa la acusación de que los líderes árabes hicieran llamamientos por rádio a los árabes en Palestina para que dejaran sus tierras, es más, consideraron que esto había sido una estrategia de desinformación por parte de las autoridades israelíes. Los autores consideran que por parte israelí se manifestó el hecho que estas llamadas se hicieran mediante la radio puesto que los discursos de políticos árabes que señalan las fuentes israelíes no hubieran tenido ningún efecto sobre la población sin la radio, el único medio de comunicación de masas del momento. Los autores revisaron las retransmisiones de radio del año 1948 en Palestina, a partir de los archivos de la BBC en Chipre (el más importante archivo radiofónico palestino de la época). En ellos no encontraron una sola llamada al éxodo por parte de los líderes árabes y en cambio sí encontraron declaraciones de estos mismos líderes emplazando a la población árabe a quedarse en Palestina.

En relación a este tema, Kapeliouk (1987) dice:

Los portavoces de Israel han insistido siempre en que tanto los árabes como los palestinos incitaron a la población a que se marchara, y por lo tanto que Israel no tenía ninguna responsabilidad en materia de los refugiados palestinos. Sin embargo los documentos del estado revelan una historia distinta. Un documento del Alto Comité Árabe, el principal órgano de la comunidad árabe en Palestina, revela que los líderes árabes realizaban esfuerzos para impedir el éxodo palestino.


Kapeliouk (1987), p. 21. y Morris (1995), p. 51

En relación a los motivos que impulsaron el éxodo árabe, Kapeliouk (1987) cita un documento de 24 páginas del servicio de inteligencia militar judío (SHAI) en el que se dice:

El 70% de los árabes habían abandonado sus casas, en la primer ola del éxodo [hasta el 1 de junio de 1948], por las hostilidades cometidas por la Haganah, el Irgún y el grupo Stern [Lehi].

Kapeliouk (1987), p. 22

De acuerdo con el autor, esta primera ola de refugiados afectó a 400.000 personas. La segunda ola, entre junio y diciembre de 1948, afectó a 300.000. El autor concluye:
La principal razón del éxodo palestino fue el miedo a la expulsión y el asesinato por parte de los militares israelíes. En el caso de las expulsiones de 1949 (...) éstas fueron organizadas e implementadas por los gobernadores militares [israelíes], que por aquella época ya se habían instalado.

Kapeliouk (1987), p. 22

Sin embargo, según Morris (1986), el citado documento, si bien establece que fueron las operaciones las que provocaron el éxodo de la población árabe, no establece que esto fuera el resultado de una acción premeditada por parte de las FDI, sino más bien el resultado inesperado de las acciones militares de la guerra. Según Ya'acov Shimoni, el director del Departamento de Asuntos para Medio Oriente del Ministerio de Asuntos Exteriores en 1948, las conclusiones de Morris eran correctas.

Masalha, profesora en la Hebrew University of Jerusalem, considera que la mayor parte de historiadores israelíes actuales aceptan el rol de la masacre de Deir Yassin, aunque no su intencionalidad, en precipitar el éxodo árabe. Sin embargo, la mayor parte de estos historiadores considera que las atrocidades fueron cometidas por los disidentes del Lehi e Irgún, exonerando así a la Haganah de Ben-Gurión de toda responsabilidad. En opinión de la autora:

Este punto de vista ha sido puesto en duda por una fuente reciente, el jefe de inteligencia de la Haganah en Jerusalén, Yitzaq Levi, quién dijo que la matanza se produjo con el consentimiento del alto comando de la Haganah de Jerusalén, David Shaltiel. Es más, los documentas desclasificados muestran que Deir Yassin fue una sola entre otras matanzas en otros pueblos que habían obtenido acuerdos de no agresión con la Haganah (...) Este hecho confirma la hipocresía de la Haganah, quién púbicamente condenó los hechos pero participó en su organización.

Masalha (1988), p.121

La autora dice más adelante:

Los archivos desclasificados muestran también que la política de evacuación de la población árabe por parte de la Haganah en la costa entre Haifa y Tel-Aviv se produjo a partir de 1947 (...) Pero existen documentos que muestran que las agresiones de la Haganah se desarrollaron tan pronto como en 1946, en el llamado Plan Dalet.

Masalha (1988),p.124


En este sentido, Kapeliouk (1987) dice:

Los pactos entre judíos y árabes no impidieron que los árabes sufrieran la expulsión y masacre por parte judía (...) Sin embargo, la mayor parte de documentos sobre estos hechos se mantienen bajo llave, con el pretexto de que su publicación podrían dañar los intereses nacionales (...) Benny Morris solicitó al Tribunal Supremo su apertura para el estudio de las masacres de 1948 pero su petición fue rechazada en 1986 (..)

Según Masalha:
El resultado más importante de la desclasificación de documentos es que permiten evaluar hasta qué punto la Haganah-Palmach y las FDI se involucraron en los actos que tuvieron lugar en 1948 (...) los documentos permiten analizar la participación del alto comandante de la Palamach, Yigal Allon, (...) en la evacuación de cientos de pueblos árabes en la zona de Galilea en la primavera de 1948

Sefer HaPalmach, vol. 2, p. 281-285. Citado por Masalha (1988), p. 131

En otra ocasión, Masalha cita:

Allon, Ben-Gurión y el jefe de equipo de las FDI fueron responsables directos de la evacuación forzada de los pueblos de Falujah y al-Majdal entre 1949 y 1951

Morris (1987), p. 102-105, 120-124. Citado por Masalha (1987), p.131

En el diario de Yosef Weitz, recogido por Morris (1995) se señala la participación de la Haganá en la expulsión de árabes de Palestina. Tras las demandas de varios vecinos hebreos en una zona cercana a Haifa, Weitz pidió a la Haganah de tomar cartas en el asunto, Morris destaca las siguientes palabras en el diario:

Le pedí al comandante [de la Haganah] del lugar y a [Mordechai] Shachevitz [el agente de compras de territorio de Weitz] de tomar cartas en el asunto rápidamente

CZA. ,4246-13, p. 2354. Citado por Morris (1995), p. 47

Unas semanas más tarde Shachevitz informó a Weitz de que la mayor parte de beduinos de la zona habían sido expulsados. Similares actuaciones recogidas en el diario de Weitz provocaron la expulsión del valle de Zevulun y en el de Bet She'an.

En el diario de Yosef Nahmani, Morris (1995) le atribuye el siuiente texto, escrito el mismo día en que el autor cuenta el ataque de la Haganah (Palmah) en el pueblo de al-Husayniyya la noche del 16 de marzo, en la que docenas de árabes fueron asesinados:

Como jefes de la seguridad [la Haganah en el Este de Galilea], estagan hombres sin contemplaciones por la muerte y cuyos únicos pensamientos versaban sobre acciones militares (...) se reían acerca de la necesidad de mantener buenas relaciones con los árabes (...) simplemente creían que debían vencer y que posteriormente las cosas se solucionarían por si solas

Diario de Nahmari, 22 de marzo de 1948. Citado por Morris (1995), p. 53

En los últimos días antes de la conquista hebrea de Tíberias (por aquel entonces de mayoría árabe) entre el 16 y 18 de abril, Nahmani escribe sobre el rechazo de la Haganah a cualquier negociación y su ataque en el pequeño pueblo vecino de Khirbat Nasir al-Din, en la que civiles árabes, incluyendo niños, fueron asesinados. Ninguno de estos acontecimientos fueron publicados en la versión de Weitz del diario de Nahmani. Según Morris (1995), Nahmani escribe "La vergüenza cubre mi rostro, me gustaría escupir en la ciudad y marcharme".

Otra parte del texto del diario de Nahmani que no recoge la publicación de Weitz narra los hechos acaecidos entre el 29 y el 31 de octubre de 1948. Las FDI (sucesor de la Haganah), en lo que se conoció como la Operación Hiram, conquistaron el último gran rincón de Galilea en manos árabes. La operación se caracterizó por una serie de atrocidades cometidas contra la población. El 6 de noviembre, Nahmani describía como los habitantes árabes habían levantado la bandera blanca en señal de rendición y los soldados los separaron en grupos de hombres y mujeres, ataron las manos a 56 campesinos, les dispararon y los enterraron en una fosa. Posteriormente violaron a varias mujeres. En los pueblos de Eilaboun y Farradiya, cuando los habitantes de los pueblos se quejaron de su expulsión, los soldados comenzaron a abrir fuego y después de matar a unas 30 personas, les llevaron hacía el Líbano. En Saliha, Nahmani cuenta como los soldados volvieron a abrir fuego contra alrededor de 60 o 70 personas y añade:

De dónde surgía tal desproporcionada crueldad, como los nazis? (...) No existe forma más humana de expulsar a los habitantes que ésta (...)?

Diario de Nahmani, 6 de noviembre de 1948. Citado por Morris (1995), p. 54.

Masalha cita:

En la segunda mitad de 1948, los movimientos socialistas de los kibbutzs (...) estaban al frente de las campañas, promocionando las políticas oficiales de bloquear el regreso de los refugiados palestinos. La conspiración del silencio sobre el rol de los comandantes de la izquierdista Haganah-Palmach se explica por los beneficios enormes que el sionismo socialista obtendría por la creación de zonas libres de árabes en el Estado judío (...) Los documentos desclasificados muestran que un gran número de comandantes de la Haganah-Palmach FDI tomaron parte en las órdenes de expulsión de árabes de zonas rurales (...) Contrariamente a la política oficial, los documentos muestran que los miembros de estas organizaciones actuaron de manera brutal en estas acciones

Masalha (1988), p. 132

Kapeliouk (1987) dice que Ben-Gurión se opuso a que los israelíes se involucraran en solventar el problema de los refugiados palestinos, considerando que el problema se solucionaría con el tiempo. Cita un documento del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí:

Los refugiados [palestinos] encontrarán su sitio en la diáspora. Los que puedan resistir vivirán gracias a la selección natural, los otros simplemente morirán. Algunos persistirán, pero la mayoría se convertirán en basura humana, la escoria de la tierra y se hundirán en los niveles más bajos del mundo árabe.

Archivos del Estado de Israel, Ministerio de Asuntos Exteriores, No. 2444/19. Citado por Kapeliouk (1987), p.21.

Masalha dice:

El proceso de desplazar a agricultores árabes comenzó tan pronto como en los años veinte, y culminó en 1948, cuando los esquemas de transferencia obligatorio se hicieron obligatorios. Los comités de transferencia se establecieron durante la guerra con la aprobación de Ben-Gurión y la participación de sus aliados más cercanos
Masalha (1988), p. 133
Morris (1995) cita el diario de Weitz que recoge la participación de éste en un Comité de Transferencia que él mismo había fundado en mayo y que presidió. Este comité tenía como objetivo asegurarse de que los árabes que habían abandonado sus tierras no pudieran volver, así como facilitar que se marcharan. El comité funcionaba como un grupo de presión hacia el gabinete de ministros, la burocracia guvernamental e incluso las FDI. Al mismo tiempo, el comité organizaba acciones destinadas a promover estos objetivos, como la destrucción de los pueblos árabes abandonados. Sin embargo, a pesar de la insistencia por parte de Weitz en el reconocimiento de su comité, Ben-Gurión rechazó acordárselo. A pesar de estar de acuerdo con sus objetivos y actividades, el líder hebreo rechazaba que el estado judío fuera asociado con las políticas de expulsión.

De acuerdo con el diario de Weitz recogido por Morris (1995), éste y Ben-Gurión se reunieron el 5 de junio, día en que Weitz le presentó un memorándum de tres páginas con título "Transferencia retroactiva, esquema para la solución de la cuestión árabe en el Estado de Israel". En este documento se señalaba que el Comité de Transferencia propuso medidas diseñadas para bloquear el regreso de los refugiados árabes, facilitar el establecimiento de éstos en países árabes y fomentar la emigración de los árabes que aún se encontraban en Palestina. Entre las medidas se encontraban: la destrucción de pueblos árabes, el impedimento de la agricultura de los árabes, la renovación de asentamientos y el establecimiento de judíos en éstos, el uso de la propaganda para impedir el retorno de los refugiados, así como la compra de territorios de árabes que desearan marcharse. En su diario, Weitz cita que Ben-Gurión aprobó estas medidas.

Sin embargo, en el diario de Ben-Gurión no existe cita alguna a estos comités de transferencia.

Morris (1995) es consciente él mismo de las limitaciones de su búsqueda bibliográfica. Considera que la base de la historiografía debe ser siempre los documentos. Sin embargo, es consciente que éstos deben ser tomados con cuidado y entendidos con cautela. Según él, siempre existirá una diferencia entre lo que fue escrito y la realidad, es decir, entre lo que se dijo y lo que ocurrió. Estas cautelas aún deben ser mayores si las fuentes de información provienen de testimonios orales largo tiempo después de los hechos.


Extraído de Wikipedia.











Palestine is still the Issue Islam






Besos Palestina
Paz y Concordia para todos
Agur

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