20.5.09

El dia de la Verguenza para Irlanda


Hoy se ha echo público en Dublín el informe de la Comisión de Abuso a Menores, un informe que retrata décadas de malos tratos, vejaciones, abusos sexuales, torturas y violaciones a miles de niños y niñas de Irlanda desde la década de los 40 hasta nuestros días.
Es un informe demoledor, que rompe el alma, que te deja destrozado. Por lo menos a un servidor, este que os escribe.
No puedo imaginar ni en el mas oscuro de mis pensamientos lo que han debido pasar tantos y tantas personas a manos de curas y monjas con el beneplácito de los estados y el vaticano.
No me sale otra cosa mas que decir MALDITOS SEÁIS. Y malditos vuestros encubridores, con el Papa a la cabeza y toda su jerarquía rancia y obsoleta, moribunda, sombría y siniestra.
Si, malditos por ser y haber sido los verdaderos anticristo, los apóstoles de la avaricia y el dolor, los guardianes de las buenas costumbres. Esas de la letra con sangre entra, la buena costumbre de pegar a la mujer, de golpear a los niños, de la fe por la redención, del, en una palabra, casi todos los males que nos acechan, y empiezo la lista. Pobreza, desigualdad, racismo, exterminios, guerras, esclavismo, y destrucción de todo lo que signifique ciencia y educación, progreso, derechos humanos, democracia y paro. La lista seria interminable.

A lo que iba. Irlanda puede recordar este día como el día mas vergonzoso de su reciente historia nacional. El informe es exhaustivo y contundente.

La Comisión fue establecida en 2000 para aclarar numerosas denuncias de abusos sexuales ocurridos desde 1940 hasta mediados de la pasada década de los 80 en escuelas públicas, orfanatos, centros para enfermos mentales y en otras instituciones estatales, que, en su mayoría, estaban administradas por sacerdotes y monjas de la Iglesia católica irlandesa. No obstante, la investigación documentó casos que se remontan hasta 1914 y otros, más cercanos, denunciados en 2000.

El informe, de unas 2.500 páginas, es un catálogo de "abusos sexuales crónicos" y de maltratos físicos y emocionales infligidos "sobre miles de menores desfavorecidos, abandonados y olvidados" tanto por religiosos como por personal laico. El texto también lanza duras críticas contra la jerarquía católica irlandesa, a la que acusa de pasividad ante los abusos cometidos por individuos reincidentes.

Según la Comisión, los maltratos no se denunciaban normalmente, pero en una ocasión en que el Ministerio de Educación fue alertado al respecto, sus responsables actuaron en connivencia con los religiosos para mantener la cultura del silencio imperante. Por lo general, abundó la investigación, la autoridades educativas irlandesas optaban por ignorar las acusaciones de abusos sexuales y nunca presentaron estas quejas ante la Garda (la policía irlandesa).

Congregaciones, parroquias, escuelas, horfanatos. Todos sabían lo que ocurría. Sin embargo nadie hizo nada por acabar con estas practicas, ni desde el estado, ni, por supuesto, desde el Vaticano. Todo lo contrario. Escondían las atrocidades y condenaban a las víctimas al ostracismo y las hacían culpables. Es la historia, otra vez, del mundo al revés, este en el que vivimos.

Irlanda es un país que sufre por dentro la psicosis de una tremenda represión sexual a nivel nacional, de un trastorno bipolar socializado digno de un análisis froidiano, y que se puede observar en muchos aspectos de su propia idiosincrasia.

Un pueblo sufridor, que soporto una ocupación brutal de casi 1000 años por el imperio británico, que sufrió hambrunas que diezmaron su población, que convirtió a sus habitantes en inmigrantes obligados, que hizo del catolicismo una seña de identidad, a pesar de los pesares y que, hoy en día, vive, todavía, envuelto en sus fantasmas del pasado.

Vivo en Irlanda y mi compañera es Irlandesa. Mis hijos son Irlandeses. Amo Irlanda. Su gente, su música, su literatura, su cultura, su lucha. Pero reconozco las llagas del pasado. Las cicatrizes que no se han cerrado y las que ya han cerrado y se han echo una costra pétrea y rocosa. Esas que cuando pasas la mano en una caricia te hacen temblar por su aspereza y su profundidad.

Este terrible episodio que ha visto la luz en la Comisión de Abuso a Menores es muy duro. Es una cicatriz que sigue sangrando. Que esta desangrando las almas. Que esta helando los corazones. Que necesita ser enfrentado con todas las consecuencias. A cara de perro.

Hoy es un día de vergüenza. Pero también un día de esperanza y de reconciliación, de perdón y de reflexión. Un día que puede ser el final del sufrimiento de miles de hombres y mujeres que fueron víctimas del mas deleznable de los actos. La perdida de la inocencia, del amor propio, de la autoestima.De la niñez. Del Alma.

¿Y los culpables? Parece que la comisión no ha profundizado en este asunto. Ha sido como la ley de punto final en argentina. Los monstruos del pasado están entre nosotros y nunca se sentaran frente a un juez. Que injusticia la justicia.


La iglesia católica esta envuelta en un sinfín de pleitos en todo el planeta por abusos y vejaciones. En todo el planeta. Tal y como lo oís.



Algunos textos de interés.


La Iglesia Admite Abusos A Menores De Sacerdotes En Irlanda

Abusos sexuales crónicos en centros católicos de Irlanda

EEUU autoriza las demandas contra el Vaticano por abusos sexuales

En el Reino de España la historia se repite..
En 2002, Sánchez Matto escribió al arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, para denunciar a un cura pederasta que acabaría siendo condenado

"Lo que tú me hiciste no es amar, es abusar"


Child Abuse Commission. El informe completo en Ingles. Escalofriante.

ONE IN FOUR , en castellano, uno de cada cuatro, es la Asociación de Víctimas de Abusos.


Ya es hora de justicia y de libertad.
Vaticano en llamas.


Besos, memoria y Agur





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