Él, su mujer, su hija y su perro Frankie han vivido un año en su apartamento en Manhattan llevando una vida con impacto ambiental nulo. Todo empezó porque sentían que sus convicciones ecologistas y su preocupación por el futuro no tenían una consecuencia directa en la vida cotidiana. Nuestro editor Valjean diría que estaban en una fase scuppie. Decidieron que era el momento de vivir siguiendo sus ideas. Primero una semana de prueba, cambiando algunos hábitos para hacer de sus vidas algo no tan negativo para el planeta, y se dieron cuenta que ganaron calidad de vida. Seguidamente se plantearon un año para ver hasta qué punto era posible.
Leer más aquí
Besos y solidaridad
No hay comentarios:
Publicar un comentario